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Trastornos del hábito intestinal: Constipación y diarrea

Definición del tracto digestivo: El sistema digestivo se compone de un conjunto de órganos cuyas funciones tienen como fin suministrar al organismo los nutrientes necesarios para asegurar las funciones del resto de los órganos.

Los trastornos funcionales intestinales, se caracterizan por el predominio de signos o síntomas de dolor abdominal, hinchazón, distensión y/o alteración de los hábitos intestinales (estreñimiento, diarrea o alternancia de ambos).

Constipación

Se define como deposiciones poco frecuentes, duras de difícil expulsión y sensación de que la evacuación es incompleta. Se acompaña de molestia y distensión abdominal.

La constipación crónica funcional se caracteriza por la presencia de por lo menos dos de las siguientes condiciones: pujo, heces fecales en bultos o duras, sensación de bloqueo/obstrucción anorrectal, necesidad de maniobras digitales para facilitar la deposición y/o menos de tres deposiciones a la semana; adicionalmente, la defecación se presenta en rara ocasión a menos que se utilicen laxantes, y estos síntomas deben estar presentes en los últimos 3 meses con aparición por lo menos 6 meses antes del diagnóstico.

La constipación se puede presentar en cualquier persona a nivel mundial y cerca del 15% de la población la padece. Principalmente afecta a las mujeres, ancianos y poblaciones de bajo nivel socioeconómico. En Colombia se registra estreñimiento en 21,7% de la población y en niños cerca del 14% de los problemas gastrointestinales que presentan se deben al estreñimiento crónico.

Signos de alarma

Usted debe consultar a su médico cuando no realice deposición y tenga distensión abdominal, dolor abdominal mayor de dos semanas de duración. Pérdida de peso no intencionada. Sangrado gastrointestinal, oscuro a rojo, masa a nivel del ano.

Riesgo de cáncer colorrectal: Edad de inicio de los síntomas mayor de 50 años. Sangrado gastrointestinal. Antecedente familiar de cáncer colorrectal. Masa al examen físico abdominal o rectal.

Causas

  1. Tránsito lento en el intestino, consecuencia de enfermedades del colon (estrechez, cáncer, fisura, proctitis: inflamación del recto).

  2. Secundario a enfermedades metabólicas: hipercalcemia, hipotiroidismo, diabetes mellitus.

  3. Secundario a problemas neurológicos: Parkinson, lesión de la médula.

  4. Deshidratación.

  5. Cambios en la dieta (alto consumo de grasas y bajo en fibra) o poca actividad física (sedentarismo), estilos de vida (estrés).

  6. Algunos medicamentos: opiáceos (morfina, tramadol), anticolinérgicos, bloqueadores de los canales de calcio.

  7. Ensanchamiento del recto.

  8. Mala coordinación entre los músculos pélvicos y los músculos del ano (que se puede agrupar en tres categorías: alteraciones defecatorias, estreñimiento de alto tránsito y de bajo tránsito).

  9. Obstrucción intestinal.

  10. Cirugías del tracto gastrointestinal.

Tratamiento

  1. Fibra en la dieta (frutas), cereales, y vegetales.

  2. Laxantes: glicol polietileno, bisacodil o supositorios de glicerol, lactulosa.

  3. Adecuada ingesta de agua o ejercicio: en el estímulo de la motilidad colónica.

  4. Se recomienda la terapia de biofeedback: involucra el entrenamiento del paciente, durante el acto evacuatorio.

  5. Colectomía con anastomosis ileorrectal en pacientes con estreñimiento crónico funcional severo en quienes se documente inercia colónica que no responde al tratamiento médico, habiendo descartado la presencia de obstrucción funcional (pseudoobstrucción intestinal) y de trastorno motor difuso del tracto digestivo.

Diarrea

Caracterizado por la emisión recurrente de heces sueltas o acuosas, puede estar o no acompañado de dolor abdominal. La diarrea crónica, se define como heces sueltas o acuosas más de tres veces al día durante más de cuatro semanas.

Signos de alarma

Síntomas de deshidratación, heces con sangre, malnutrición con pérdida de peso, dolor abdominal  y fatiga.

Causas

  1. Malabsorción: causada por sustancias que han sido ingeridas y que no han podido ser absorbidas. Caracterizada por heces grasosas. Las causas más frecuentes son la pancreatitis crónica (a su vez más frecuente por alcohol).

  2. Por déficit en las enzimas para digerir las grasas.

  3. Las enfermedades del intestino delgado como la enfermedad celíaca, enfermedad de Crohn con afectación del intestino delgado, que impiden o alteran la absorción de grasas y otros nutrientes. Enfermedad inflamatoria intestinal (colitis ulcerativa o enfermedad de Crohn). Menos común, por isquemia (o falta de irrigación sanguínea).

  4. Infecciones, parasitosis crónicas como la giardiasis.

  5. Radioterapia, o por pólipos o cáncer de colon.

  6. Efecto secundario de múltiples medicamentos tales como, antibióticos, antihipertensivos, antiartríticos, entre otros.

  7. Paciente diabéticos por daño en la inervación del intestino.

  8. Por intolerancia alimentaria: al sorbitol, fructosa o lactosa.

  9. Enfermedad célica: inflamación autoinmune que daña el revestimiento del intestino delgado y ocasiona malabsorción.

Tratamiento

 Lo importante en la diarrea crónica es establecer el diagnóstico o al menos el mecanismo que la desencadena, por lo que el tratamiento es corregir el trastorno subyacente de base.

  • Hidratación adecuada.

  • Recuperación nutricional.

  • Probióticos.

Consejos para mejorar la salud digestiva

  • Aumentar el consumo de agua, dieta rica en frutas, verduras y cereales (fibra) probióticos (yogurt).

  • Evitar el sobrepeso y la obesidad.

  • Realizar rutinariamente actividad física.

  • Consultar al médico si se tienen síntomas digestivos o alteraciones en el hábito intestinal que duren más de 4 semanas.

  • No automedicarse como: omeprazol o sus derivados o antiinflamatorios.

  • Comer y masticar despacio, esperar mínimo 2 horas después de comer para irse a la cama.

  • Evitar el consumo excesivo de alcohol.

  • No fumar.

  • Si tienes más de 50 años ingresa al programa de prevención de cáncer de colon (realización de colonoscopia).

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